El día anterior del ensayo en los Teatros del Canal, uno de los miembros de la compañía fue tía por primera vez. En realidad, casi podíamos sentir que todos habíamos sido tíos.

Al día siguiente del ensayo, nos sentamos a hablar sobre las ideas aportadas por el mentor. Para mí, como uno de los autores de la obra presentada, es muy interesante la visión que tienen el director y los actores de cada uno de los personajes, pero es aún más interesante ver cómo alguien externo ve nuestra producción. Y el hecho de que alguien de la profesión pueda dar su opinión objetiva sobre tu trabajo, que es algo que se da muy pocas veces.

Ensayamos siempre que podemos, pero poner de acuerdo a una compañía de nueve personas no es nada sencillo. Sin embargo, al final hemos conseguido un resultado con el que estamos muy satisfechos.

Aunque lo tenemos todo muy bien atado, los nervios no han acabado. Otro de los miembros va a ser papá en breve y hay posibilidades de que sea el día de nuestra actuación. Y ya sabemos lo que dicen, los niños vienen con un pan bajo el brazo.