La muerte anunciada. Tener la vida estructurada, un trabajo, una familia, un hogar, los amigos, unas aficiones. Todo parece en orden pero un día, tras una visita médica, recibes un diagnóstico poco deseado: un tumor en el esófago extendido en los órganos de alrededor, la enfermedad es irreversible y la esperanza de vida es corta, tras 3 meses el cercano fallecimiento.

Es el inicio de un intenso tratamiento, la quimioterapia, para poder conseguir alargar unos meses de vida a cambio de vivirlos con la agresividad física del medicamento, añadido al dolor que conlleva el concienciarse de la próxima muerte.

¡Y por qué a mí!. Cuántas veces he buscado una respuesta convincente.

Tras la noticia empieza todo un proceso de reflexión, el rechazo y/o la aceptación, la frustración…

«25 de septiembre: café con la muerte a las 11», Jordi Soler Company