Así han sido los ensayos de Talent Madrid para La Gangarilla
Empezamos, nos preparamos. Conocemos el texto, conocemos a nuestro personaje, nuestro lugar en la obra. Hacemos la pieza diez veces, cien, mil. Tiene que salir perfecta, son los Teatros del Canal. Volvemos a hacerla, le damos una vuelta más. ¿Y cómo quedaría…? ¿Qué tal si…?
Crecemos, cambiamos, mutamos con la pieza. La maduramos, dejamos que repose y según salió de la barrica, la llevamos a la primera vista preliminar. «La idea es buena, la estructura falla.» Y entonces todo lo que parecía funcionar, desaparece. Chocamos, caemos, nos confundimos y descolocamos. Estamos perdidos pero sabemos encontrarnos. Y volvemos a escuchar «La idea es buena, la estructura falla» ¿Cómo? Repite eso. «La idea es buena, la estructura falla.»
¡Genial! La idea es buena. Vamos a trabajar. Y nos ponemos en marcha, buscando la manera de hacer que encaje, moldeando nuestros cuerpos, nuestras voces, nuestros gestos. Y empezamos a sentir de nuevo el cosquilleo de la primera vez.
Volvemos a ser nosotros, sin miedo a nada, con toda la fuerza del teatro sujetándonos. Y ahora toca subir, todo lo que se pueda, luchar, poner las gotas justas de sudor sobre la escena, maquillar la vida durante ocho minutos y hacerlo perfecto para que podamos maquillarla durante algunos (bastantes -muchísimos-) años más.
Estamos contentos de haber llegado hasta aquí. Hemos creado algo que ha sido moldeado y corregido por las manos correctas. Estamos agradecidos de crecer de esta forma. Tenemos unas ganas increíbles de que empiece la gala y podamos mostrar nuestro trabajo. ¡Nos vemos en el Talent!