Dos figuras, tal vez Silano y Mesalina, una quimera.
Él, Silano, no ve la verdad en el ser de Mesalina, que se agosta en la esquina de una calle oscura. Ella, ciega de amor, no deja de creer que la salida no es una ilusión. La verdad se esconde tras el miedo a que la idea no sea real, y a veces, aferrarse a una fantasía es la peor de las opciones.
Dos figuras, tal vez Silano y Mesalina, una quimera. por Encarni Rivas