Estudio nº14: «No hay tiempo para la pureza»
No hay tiempo para la pureza, pero tampoco hay significados suficientes en el mundo para construir ya personajes, historias. Y así, gracias a esta tragedia nos vemos obligados a crear un espectáculo que no use las herramientas ordinarias para dotar de sentido a las cosas, o mejor aún, que deliberadamente nos confunda. Todo esto para obligar al espectador a tomar una actitud activa verdadera, para obligarle a completar, con sus ideas pero también prejuicios, el material que recibe directamente de la escena. Nos merecemos, todos, un lenguaje escénico nuevo, directo, más abstracto pero más contundente, que huya de los reduccionismos con la misma intensidad que de las interpretaciones elitistas. Necesitamos, todos, más tiempo para crear y para hacer que nuestros procesos comunicativos sean mejores, más brillantes y, por tanto, con más capacidad de afección; para que la resistencia contra el reinado de la identidad sea más radical pero también más accesible.
Estudio nº14: «No hay tiempo para la pureza» por Vladimir Tzekov