Categoría: Danza
Todo es verdad si tienen un número, todo existe si está cuantificado, si puede expresarse con un dato. El poder lo da la palabra y el bien más preciado de cuantos lo quieren es el micrófono. Hartos de diálogos convertidos, pervertidos, en monólogos sumidos en la oscuridad del hablante, obstinado en su espiral comunicativa. En el momento en que vivimos, saturados de palabras que esconden rostros, de la banalización de la comunicación y de los meros datos que olvidan y silencian lo que importa. ¿Por qué no les prohibimos hablar?; ¿Por qué no les arrebatáramos su valioso megáfono?; ¿Por qué no muteamos sus datos?.
Y es esta la situación en la que se basa nuestro dúo. Dos voces calladas, dos cuerpos callados luchando por la posibilidad de tomar la palabra; de existir. Cables que imbrican los cuerpos que se des-unen, se re-unen, en un despliegue escénico, haciendo y deshaciéndose. Voz y silencio, movimiento y quietud, resistencias de cuerpos que someten, voluntades acalladas, gestos balbucientes, gritos ahogados y por una vez, voces calladas, malditamente calladas.