Categoría: Teatro
La obra da cuenta de los amores y las pérdidas de cuatro cautivadores personajes, contadas a través de monólogos interconectados entre sí. Gaby, Olivia, Manu y Jaime hablan de su amor y sus pérdidas. Cómo se conocieron, sus primeras impresiones… Y cómo todo cambió precisamente en el mismo momento en que todos se conocieron.
Para nosotros, el teatro tiene que nacer de una historia que contar, algo de qué hablar a la salida. El final de Pretérito Imperfecto resume ese ‘algo’, además de ser la razón de ser del resto del texto. Un momento en el que cuatro vidas confluyen trágicamente. Porque a veces la vida te supera y la lección aprendida es vivir (como dice Jose Antonio Marina) ‘de manera dulce, grave, y sincera’ para que, si se abre esa puerta accidental que te deja hecho pedazos en el pavimento, no tengas de qué arrepentirte.
Los cuatro actores van a contar una historia única, y van todos a una. Son las cuatro caras de un tetraedro. Se sirven los unos a los otros, de interlocutor, de espacio sonoro, de ambiente…
Como único elemento escenográfico, cuatro sillas de oficina. La rueda el giro como elemento simbólico del efecto mariposa. El círculo para expresar que el el ciclo empieza donde acaba. El final y el principio, como en la vida, se funden.