Categoría: Danza
Llegar a puerto, aunque no sea el nuestro. Tener por libertad todo mar y no saber que rumbo elegir fondeando donde nos lleve el viento. Pero el viento cambia, y cuando obliga, asfixia y aprisiona es cuando mas claro ves tu rumbo. Buques, marineros, pantalanes, cabos sueltos… cuando el mar no es mar ni el viento, viento. Dualidades humanas que oscilan entre la libertad y la prisión tan frágiles que al quebrarse nos obligan a arribar en otro puerto distinto al de destino, a un puerto de arribada donde no importa hora ni momento… plegar velas, levar ancla, llegar a puerto.