Categoría: Teatro
Él y Ella. Una habitación desnuda, apenas unas toallas blancas y negras, un reloj de arena, un termómetro. En el centro de la escena, un panel con instrumentos, apenas nombrados. En “Una historia de azotes” no hay nombres propios, ni títulos, ni cargos que definan la relación entre los personajes. Todo se reduce a la acción y la palabra. A la expresión de un deseo que palpita en ambos de formas distintas pero no contrapuestas. A medida que el vínculo entre los personajes se transforma, el espectador compone su propia lectura entre la tensión y la distracción, entre la lectura unívoca y la representación ambivalente, en suma, entre la dominación y la obediencia.
El nuevo Manual está a punto de llegar. Entonces, todo cambiará.