Categoría: Teatro

Hay ciertos temas, relacionados con nuestra visión del mundo y la sociedad, que siempre suscitan controversias e incluso acaloradas discusiones. Lejos de acercarnos a consensos sobre los problemas generales de nuestra sociedad (muy lejos de estar de acuerdo en lo que realmente importa y hay que cambiar) todos somos susceptibles de dejarnos llevar por la subjetividad de nuestras circunstancias y vivencias.
La visibilidad de la mujer en la sociedad es uno de esos temas, parece que algunos lo ven como un problema y para otros no existe. Sin embargo, todas nosotras nos hemos descubierto en comportamientos que nos hacen cuestionarnos cómo están las cosas, ya sea llevadas por una circunstancia determinada, por buscar respeto, por hacernos oír, por alquilar un piso,… La cuestión es que hay que graduarse para ver por encima del género, y no sólo en ámbitos laborales.

No somos sociólogas, somos mujeres. No queremos educar a nadie ni vamos a descubrir algo que otros no hayan visto antes. Solamente vamos a alzar la voz por si queda gente que no haya reparado en nosotras, vamos a llamar la atención a quienes se olvidan de que estamos aquí. Arrastrando esa sensación de ser medio invisibles, superando las expectativas puestas en nosotras (más como mujeres que como seres humanos) incluso por nuestras propias familias, buscamos el valor de lo que hacemos por lo que hacemos y no por quienes seamos.

Hace falta una dosis de buen humor para cambiar al mundo. Y si bien hay suficientes materiales para hacer un buen espectáculo documental e informativo, hemos preferido desnudar nuestras vergüenzas y mostrarnos sin disimulo, ya que todos y todas formamos parte del problema. Al fin y al cabo, todas y todos formamos parte de la sociedad.