Sueño de otoño
Me derrumbé, caí rotundamente sobre aquel fino y delicado lecho de hojas amarillas.
El suelo bañado de hojas era frío y delicado,sentía como el rocío me empapaba el abrigo y casi sin darme cuenta mis ojos se apagaron y mi cerebro se filtró en la tierra húmeda convirtiéndome en una hoja más, en un espectador más de un universo infinitamente lejano al nuestro, infinitamente especial. Un mundo de féminas, mujeres que no son sólo mujeres, con intenciones silibinas.
Y allí estaba ella…
Un mundo que sólo es alcanzable en los sueños, o quizá no…
