En la compañía Artes Verbénicas tenemos el leimotiv de partir del folclore de nuestro país como inspiración, herramienta y contenido. Eso incluye el crear nuevo folclore, nuevas costumbres y para eso es necesario algo básico: la repetición. Con Talent Madrid quisimos crear esa costumbre, y este año se nos ha aparecido la virgen.
El participar este año en el festival ha sido volver al origen. Como una vieja folclórica que vuelve al pueblo donde nació y creció ya convertida en estrella, nosotros volvimos al festival que empezó Artes Verbénicas. En la edición anterior se empezó a gestar lo que hoy, un año y medio después, consideramos nuestro Hijo, Padre y Espíritu Santo.
Con la experiencia del que ya conoce un sitio pero con la misma ilusión que la primera vez fuimos pasando cada fase del festival con nuestro Madrid Enverbenado. El proyecto nació de #lasfiestasdelpueblo, de hecho, es un spin off de uno de sus personajes: la entrañable Rosa. Ella ya anunció en el anterior montaje que se iba a la ciudad a probar suerte y quisimos contar esa historia, que es la nuestra y la de tantos que llegamos, vivimos, reímos y sufrimos en nuestro gran Madrid.
Y así nos presentamos de nuevo en Los Teatros del Canal, que no dejan de impresionarnos y de hacernos sentir como Paco Martínez Soria cuando llega a la estación de Atocha en La ciudad no es para mí. La oportunidad que nos brinda este festival de poder actuar en un sitio así es enorme y nosotros la volvimos a disfrutar como nunca. Conocer a un montón de compañías que están luchando a capa y espada con nuestra misma ilusión nos hace sentir menos solos. La recepción de nuestra pieza el primer día fue enorme, salimos encantados de escuchar tantas risas y aplausos y cuando nos llamaron para decirnos que pasábamos a la final gritamos como locos.
El día de la final ya afloraron todos los nervios que habíamos podido domesticar el primer día. Fuimos los últimos en actuar ese día y la espera fue una montaña rusa de emociones. El nivel estuvo altísimo y fue todo un honor compartir tablas con todas esas grandes compañías. Después de nuestra intervención de nuevo al escenario a escuchar la deliberación del jurado. Seguíamos medio en shock después de actuar y cuando llegó el premio a espectáculo musical no cabíamos en nosotros mismos del gozo, muchísima alegría. El premio Fringe fue forzar más aun ese estado de ensueño y el absoluto puro éxtasis. No esperábamos ni de lejos esa acogida, no tenemos experiencia en cosas así. Fue una noche que jamás olvidaremos.
GRACIAS a todos, a todas las compañías participantes que han hecho un trabajo enorme y conseguido un nivel muy alto en el festival, a la organización, a la academia por habernos votado, perdón al jurado y a todos nuestros amigos y familiares que han confiado desde el principio en nosotros y se han alegrado incluso más de este éxito.