Hay superhéroes políticos, los nucleares, nacidos al calor de la guerra fría. Al otro lado se sitúan los sociales, ocupados en resolver los problemas cruciales del momento. Comparten vestuario con los independientes, ajenos a toda causa mediática, y los inadaptados y sufridores, tantas veces pura pose. Y al final del pasillo están los superhéroes de barrio, hijos de su época. Cuatro historias con estos personajes del aquí y del ahora como protagonistas. Que tengan poderes o no es lo de menos. Lo importante es que están cerca, a veces demasiado, y que nadie les ha pedido que nos salven.

«Teatro sumergido. Cuando éramos los mejores» , Colectivo Teléfono Naranjo